domingo, 24 de abril de 2016

Formar y transformar el ecosistema


¡Hola amigos!

Esta es la última sesión antes de realizar la guía multimedia, nos hemos dirigido al  Museo Eclesiástico se Atxuri donde hemos seguido trabajando otros aspectos del ecosistema, como los cambios en el tiempo o la variedad de materiales del entorno. Estos conceptos los hemos puesto en relación con algunas obras de arte y ecosistemas, de modo que, a partir de su estudio, se puede comprender cómo influye la presencia del ser humano. 

Hay que mencionar que hemos observado el ecosistema "artificial" con la vista del museo y el ecosistema natural con el recorrido realizado en Bilbao. Primero daremos paso a las explicaciones del ecosistema "artificial" y a continuación pasaremos al ecosistema natural.

Comenzaremos diciendo que en las obras de arte a parte de haber contaminación por parte del ser humano, también están los bichos llamados xilofagos los cuales deterioran la madera y las obras de arte, dejándolas totalmente desgastadas y destrozadas. Los insectos más comunes, son las termitas y suelen estar en las maderas más blandas.

Por otro lado, hablamos de la luz que apenas afecta a la plata pero sí a los textiles. La luz ataca a los pigmentos y a las telas y por eso hay que controlar mucho los luxers. Normalmente, están entre 150% y 200% pero por ejemplo si es piedra o cerámica, puede llegar a estar a unos 250%. En las obras de papel o pergamino sin embargo, lo más normal es que esté entre 50% y 100%. En estos gráficos, podemos ver reflejada la temperatura o la humedad y los luxers óptimos para la conservación de los materiales.



El luxometro, mide la cantidad de la luz en las obras de arte e incluso la luz directa se intenta evitar ya que si es muy fuerte, puede deteriorar el material.




El exceso de humedad, puede provocar hongos. Estos hongos, pueden llegar a degradar muchísimo las obras de arte, levantando las policromías o que pierdan el volumen.




Ahora vamos a ver diferentes formas de representar el ecosistema natural y el urbano. Iremos viendo los paisajes o no paisajes a lo largo de la historia. Principalmente, podremos ver los ataques de los xilofagos en las piezas de madera. Es importante mencionar que antes de que entre cualquier pieza al museo, tiene que desinfectarla para que no afecte a las demás obras. Si la pieza tiene xilofagos, este es el proceso que hay que seguir: desinfectarla, tratarla, restaurarla y consolidando la madera.





Durante el periodo medieval, el arte lo que trabajaba era enseñar a doctrinar y de reflejar un determinado pasaje del momento religioso, entonces lo de menos es reflejar el paisaje. Podemos decir que lo que se refleja, son elementos simbólicos y narrativos y no deja espacio para el paisaje.

Después, empieza a notarse notablemente más gusto por el paisaje, el gusto por lo anecdótico, por los detalles, por la intensidad y por representar la flora autóctona. 

Este paisaje es una escena de Epifania que aparecen los reyes magos y se enmarca delante de una especie de arquitectura clásica. En este momento, ya estamos en el Renacimiento, es el gusto nuevo del arte clásico, para recordar Grecia, Roma... Esta pieza estaba totalmente quemada y tiene ataques de los insectos. 



En otros cuadros podíamos observar la salinidad y el CO2, junto con la arquitectura, el paisaje urbano en el interior de un templo, también como es una ciudad del clasicismo, de este modo observamos cómo las pinturas nos informaban mucho del ambiente en la que estaba la obra de arte, los gustos artísticos y las formas arquitectónicas.

La recreación de los ambientes, se va a empezar a reproducir a lo largo del Siglo XVIII, sobre todo cuando no se diferencia bien el límite del cielo y del suelo. Cuando se difuminan los ámbitos como podemos ver en esta pintura de la Anunciación, vemos como se entremezcla el ambiente divino o el místico en una vida doméstica, en este caso, la virgen que le aparece al ángel.  




Después de realizar el la visita al museo, pasamos al recorrido por las calles del Casco Viejo de Bilbao, el cual el eje configurador de la villa es la ría.

Hay varias cuestiones en las que debemos fijarnos mediante la ruta como; estructuras metálicas, los sistemas que se inventaron, problemas o construcciones estructurales como por ejemplo, las iglesias, la actividad economica, la dedicación de los habitantes que había y hay. También hay que prestar atención en la importancia de los nombres de las calles, los modelos de casas (piedra, madera…) y el por qué de ese material. Estas son unas de las cuestiones fundamentales para saber cómo es el ecosistema de un lugar en concreto, cómo ha evolucionado o qué impacto ha tenido el ser humano entre otros factores.



Todas las fotografías han sido tomadas en el Museo Diocesano de Arte Sacro.

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